Estoy preparado para mi segunda novela

Siempre he leído que los escritores para escribir sus grandes novelas, viajan por los rincones más perdidos del mundo, escuchan hasta por debajo del agua y, por encima de todo, son cazadores de experiencias. Todas esas vivencias mezcladas con su perfecta técnica literaria hacen posible que el mundo disfrute de una placentera lectura.
Este verano, siguiendo esa doctrina, ni corto ni perezoso abandoné temporalmente a mi mujer y a mis dos schnauzer para ir a la caza de las ansiadas experiencias. Lo primero que hice fue trabajar para la policía. Mi pasado como pandillero me sirvió para infiltrarme en una banda de narcos que, más tarde, desarticularon los GEO. Una tarde de julio, mientras limpiaba mi arma reglamentaria, pasó por delante de la comisaría un tremendo circo ruso. El circo estaba cargado de hermosas mujeres y me informaron que buscaban un bufón para hacer reír a grandes y pequeños. No lo dudé. Dejé mi arma y me puse el gran traje verde.¿Estoy preparado para mi nueva novela? ¿Me llamará Emilio Aragón para su circo? ¿Bajarán los precios de los pisos? ¿Hay detectores de velocidad debajo del pavimento? No lo sé… pero ya tengo dos folios escritos de mi nueva novela.