Vender cestas de Navidad
Reconozco que no soy sibarita cuando me llaman de un trabajo. Si el proyecto me gusta, aunque no haya mucho dinero, me tiro de cabeza. Esta mañana me ha llamado un señor con voz ronca para proponerme un trabajo. Muy atento he escuchado la oferta; vender, casa por casa, cestas de Navidad. El caballero me ha explicado que quizás podría tener un fijo pero lo más importante era la gran comisión que me podría llevar por cada venta. Mientras me explicaba todo lo que podía patear en busca de clientes, me imaginé una conversación con un cliente.
- Ringggg -toco un timbre de un dulce hogar.
- ¿Quién es? -Una señora pregunta detrás de la puerta.
- Señora, soy el vendedor de la cesta Navidad
- Eiinnn -la señora duda- no le veo.
- Señora –me empinó para que me vea por la mirilla- es que soy bajito pero soy el vendedor de cestas y…
- ¿Es usted cómo el calvo del anuncio? ahh ya le veo... pues si que es usted calvete.
- Señora no me toque los cojones y cómpreme una cesta para las jodidas navidades.
- ¿Tocar los cojones? ¿Yo tocar los cojones? Ahora verás quién te va a tocar los cojones, enano de jardín. ¡¡¡Ataca Goliat!!! -la señora suelta un doberman con espuma en la boca.
- ARGGGGG Señoraaa que se está comiendo las cestas de Navidaadd arggggggg suelta el brazo arggggggg
Comentarios
Entiendo como dices en tu post que la venta puerta a puerta sería muy complicada...pero a lo mejor podía funcionar.