1964 con los nuevos valores
Hola Charlie:
Mi mujer y yo tememos que el alférez Madelman visite nuestra casa en busca de libros ilícitos y, para evitar males, hemos sacado a mi hijo del jardín de infancia y quemado todos sus cuentos y baberos con la cara de los Lunnis. Desde ayer, le obligamos a leer tu libro para que empiece a ser un hombre de provecho. No entiende nada del libro pero somos muy felices viendo como chupa la tapa. No le regañamos ni le decimos “suelta, caca” porque sabemos que su lengua y pequeña boca están lamiendo unas tapas y hojas llenas de sabiduría. Estamos convencidos de que nuestro hijo (tu sobrino) será más fuerte después de chupar el libro unas dos millones de veces…
Larga vida al alférez Madelman.
Un abrazo, amigo.
Javi (tu ex vecino de Argüelles).
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