EL NIÑO DE PIJAMA DE RAYAS

Quiero comentar la idea de mi segundo libro. Necesito que uses la imaginación para que me entiendas y no quiero dañar la sensibilidad de nadie:
Todo transcurre en una cocina desordenada muy sucia; en el centro, hay una mesa llena de cacharros y llama la atención una mujer que duerme con la cabeza apoyada en su brazo. Entonces, entra un niño angelical que dice:
- Madre, ¿ha visto mi pijama de rayas?
En esta parte es donde quiero meter algo de chicha para que el lector se coma las uñas. Es cuando la madre se levanta con cara de matar a mil hombres y le contesta:
- Pijama de rayas… ¡qué coño de pijama de rayas! Aquí el único que tiene pijama de rayas es el gilipollas de tu padre que está en la cárcel porque no sabe ni atracar una puta mercería.
Y entonces, imagínate al niño con las manos en los bolsillos que, sin abandonar la cara de ángel, le contesta a su madre, que se está sirviendo un trago de vodka en un vaso sucio.
- Pero, madre… yo sólo quiero mi pijama de rayas.
Esta parte es la mejor porque la madre se bebe el vodka de un trago y le mete una hostia al niño que lo cuela en la despensa y le grita:
- Me tienes hasta el santo chichi de pijama de rayas y tus gilipolleces. Sal de la despensa y vete a la puta calle a decirle a tu hermana que si vuelve a fiar a un cliente… Me voy a cagar en el día que habéis nacido.
- Pero, madre… yo sólo quería mi pijama de rayas –contesta el niño mientras se sacude la harina de la cabeza.
- Hablando de rayas, ¿dónde has dejado el teléfono? Tengo que llamar a mi camello.
En esta parte te pido que pongas mucha imaginación. Es casi la mejor porque quiero que el lector llore mucho por el dramatismo de la secuencia. La madre ha perdido totalmente los nervios, y el niño grita a su madre con el puño en alto:
- ¡Madre, algún día seré el niño con el pijama de rayas!
Reconozco que para finalizar el libro tengo una duda:
No sé si la madre al oír esa frase por enésima vez, se queda en suspensión como la tía de Matrix y, mientras la cocina gira alrededor de los dos, le pega una patada en el pecho al niño que le causa una neumonía grave antecedida por una fase prodrómica febril inespecífica, que lleva al distrés respiratorio en ausencia de manifestaciones consideradas típicas en leptospirosis graves: ictericia, nefropatía, trombocitopenia o hemorragias en otros órganos. Y ya metidos en una dialogo al estilo doctor House, cambio el ritmo literario y me pongo hablar de médicos y enfermeras.
En verdad, lo único que quiero es que el lector llore mucho y lo pase mal… le estoy dando vueltas a mi segundo libro. No sé el título pero creo que se llamará “El niño de pijama de rayas y la madre hasta arriba de vodka”

¿John Boyne ya ha escrito una novela con el mismo titulo y es un gran éxito? Vaya, ¿Puede ser el niño con pijama de lunares? ¿La madre vodka? ¿Lo que la poli se llevó? ¿No sin mi hijo?

Ya te contaré.
Besos de mi mejor cosecha.
Charlie Miralles

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
jajaja charlie, da gusto empezar la mañana leyéndote.
sugerencias para el título:
- La venganza del niño del pijama de rayas
- la clave está en el vodka
- más allá de las rayas (muy pronto para este título)
................
ah¡¡ comprobado, no tengo un gato, tengo un "tigretón"
besos
Charlie Miralles ha dicho que…
jajajaja me ha gustado lo de la "vengaza del pijama de rayas" jajajajaja. Gracias. jajaja no es un pantera? un tigretón? jajajjjaa
Besos

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